El area arqueológica del Foro Romano en la capital italiana conserva hoy día joyas que son desconocidas para gran parte del público, bien por su poca difusión, bien por haber sido aprovechadas sus estructuras para la construcción de edificios posteriores. Buen ejemplo de ello es un pequeño templo levantado en el siglo IV en el área denominada Via Sacra Summa, el templo del Divo Rómulo . Este pequeño edificio se construyó en un espacio que quedaba entre el templo de Antonino y Faustina (hoy día San Lorenzo en Miranda), la Basílica Nova (también conocida como de Majencio o de Constantino) y el Foro de la Paz. Vista del Templo de Rómulo desde el Palatino. Al fondo se puede observar la Basílica de San Cosme y San Damián. Se trata de una muestra más de la originalidad con la que los ingenieros romanos resolvieron la planta centrada que habían tomado de los templos monópteros (templos circulares) de Grecia. Cercano a este templo estaba el famoso tholos de Vesta, otra cosntucción de
Una de las estructuras más interesantes que han aparecido en Fuente Álamo es la habitación 10 de la fase villa, cuya disposición es bastante singular y diferenciada del resto. Se trata de una estancia cuadrangular de orientación NW-SE de 7 x 4.4 m. y en cuyos muros se abren once nichos de los que destaca el central. El pavimento se divide en tres naves, diferenciadas por la altura, pues las dos laterales se elevan con respecto a la central, generando sendas tribunas. Destaca también la inexistencia de ventanas y el grosor de sus muros de opus mixtum que llegan a tener hasta 95 cm de ancho (algo más de tres pies romanos). A esta estancia se accede por una puerta única que comunica con uno de los corredores de la villa a través de una antesala (habitación 8) a la que abre otra pequeña estructura de poco más de 6 m 2 (habitación 9). Todas estas estancias están pavimentedas con mosaicos geométricos bícromos (blanco y negro), indicativo indiscutible de que se trata de una zona rica de